“Cada vez que alcanzamos la cima de una cresta decimos ‘quizás ésta es la última’, pero nunca es la última”
Ernest Shackleton
Ernest Shackleton
7 de febrero de 2012
Sin apostar por una P
Repito: sin apostar por una P…el marketing no sirve para nada, porque desde que McCarthy en 1960 simplificase los 12 elementos del concepto de mix marketing definido por Neil Borden en 1950, dejándolos en las famosas 4 P, nos enseñó que eran esenciales para que la estrategia de marketing funcione. Pero si todos sabemos cuáles son esas P, ¿por qué no exigimos que se cuiden?
Según un reciente informe de la Comisión Europea, España se sitúa en el lugar 21 del ranking científico que mide la I+D+i en base a 24 indicadores, por lo que la conclusión es que tenemos una baja capacidad de innovación, tanto por apoyo público como por espíritu emprendedor. No necesitábamos un informe Europeo para suponerlo, la realidad económica del país refleja esa situación. En España sólo el 60% de los jóvenes de entre 20 y 24 años finaliza como mínimo educación secundaria superior, frente al 80% de media europea. La inversión pública de apoyo a nuevos proyectos es demasiado baja, en España hay un emprendedor por cada cuatro que hay en Dinamarca… Si no hay I+D+i no hay desarrollo de productos… jugamos a marketing eliminando una de las P, o en todo caso, recortándola considerablemente.
En un momento económico en el que se está definiendo un nuevo orden mundial, y en el que las producciones industriales se están desplazando hacia otras zonas, como China y países asiáticos, la mayor parte de las veces sin medir las consecuencias y sólo con el ojo en los costes inmediatos de fabricación más baratos, son los países hasta ahora desarrollados los que tienen su salvación en la I+D+i, porque si ya no producimos porque nuestra mano de obra es cara, han de ser nuestras patentes las que alimenten y sostengan el poder de las marcas. Pero si no apostamos por el Producto, en toda su dimensión de mejora continua, innovación y desarrollo, ese nuevo orden mundial cambiará el inevitable juego del escenario de los países ricos que existen “gracias” a que hay países pobres, pese a que esta afirmación no la aceptemos en el día a día.
A nivel empresa seguiremos creyendo que “hacemos marketing”, pero si nos damos cuenta de que en nuestro entorno no se apuesta por las P, estaremos haciendo un trabajo de navegación en un mar con el viento en contra. No está de más pararse a pensar en esto, indignarse y exigir que las cosas cambien, porque afecta a nuestro día a día, pero sobre todo afecta a nuestro futuro. Un país que no cree que la formación, en la investigación, es un país que pierde la base sobre la que se sustenta todo, puede crear bases provisionales, puede ser siempre un “seguidor” y esperar los tirones de las burbujas o de las corrientes alcistas, pero seamos serios…
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