“Cada vez que alcanzamos la cima de una cresta decimos ‘quizás ésta es la última’, pero nunca es la última”
Ernest Shackleton

3 de marzo de 2011

Cuando se requiere un cambio de estrategia


Seguir una estrategia tiene que ser algo planificado, que cumple unos objetivos, un presupuesto, un plazo y con unos medios. Hay veces que las estrategias una vez puestas en marcha hay que modificarlas, incluso eliminarlas y sustituirlas. Es el estado del mercado el que nos marca cuándo ese cambio de estrategia es necesario. Pero...¿somos capaces de darnos cuenta a tiempo de los cambios y tendencias del mercado o esperamos a ver los resultados numéricos de ventas y negocio? Y, en todo caso, ¿somos tan fríos de ser capaces de diseñar una nueva estrategia y ponerla en práctica arriesgando el modelo que hasta ahora había funcionado?

Generalmente los cambios de estrategia se producen como consecuencia de una “necesidad” de hacerlo por una tendencia hacia abajo en los resultados. Es decir, reaccionamos tarde a los movimientos del mercado.

La diferencia de las empresas que llegan a ser líderes en un mercado es porque han sido capaces de adaptar su estrategia al mercado.

Pero un diseño de una nueva estrategia puede implicar mover muchos elementos que nos condicionan a priori, como dimensión de plantillas, sistemas productivos, posicionamiento, canales publicitarios, etc.

Una nueva estrategia requiere un análisis previo del mercado, un profundo conocimiento del negocio, de la competencia y de la capacidad interna de la empresa, incluyendo el posicionamiento actual de la misma y, sobre todo, arriesgando y haciendo previsiones de respuesta de mercado y de capacidad de respuesta, así como planes de contingencia y de control de la estrategia.

Acciones como co-branding, reposicionamiento, lanzamiento de nuevas líneas de negocio, aparición en el mercado de nuevos comportamientos de consumidor, nuevos competidores, etc., hacen que, si no se actúa a tiempo en realizar un cambio de estrategia, el cambio posterior sea mucho más duro que si se hubiese detectado antes.

Las situaciones de crisis económicas han determinado los cambios más forzados de estrategias en las empresas. La situación del mercado reflejado en una fuerte bajada de las ventas, ha hecho necesario que éstos se produzcan ante el inminente alto riesgo de desaparición de entre los jugadores del mercado.

Pero para hacer las cosas bien, una empresa ha de contar con equipos humanos creativos y válidos, y no conformarse con operativos que, en un modelo que funciona, son capaces de normalizar procedimientos hasta hacerlos rentables. No sólo eso es válido en el mundo empresarial, es necesario tener una visión comercial y marketiniana del mercado, y estar así preparado en todo momento para ser flexible y arriesgar con un cambio de estrategia que garantice la permanencia en el mercado y/o la oportunidad de reposicionamiento.

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