“Cada vez que alcanzamos la cima de una cresta decimos ‘quizás ésta es la última’, pero nunca es la última”
Ernest Shackleton

8 de julio de 2012

Reinventarse

¿En qué situación se encuentran actualmente las empresas españolas? Estamos en un entorno en el que nuestro país por sí solo no podrá mejorar económicamente hasta que el Banco Central Europeo se comprometa a mantener la prima de riesgo por debajo de los 300 puntos. Pero es que realmente no puede funcionar una unión económica y monetaria con primas de riesgo superando los 500 puntos, actualmente Europa ni crece ni genera empleo. Recordemos que la prima de riesgo es el sobreprecio que paga un país para financiarse en los mercados comparado con un país de referencia por su seguridad (en nuestro caso Alemania), es decir, mide la confianza de los inversores en la solvencia de la economía de un país. Pero la realidad es que la economía española necesita tiempo y el apoyo de Europa para corregir sus desequilibrios, y está mejorando su productividad y competitividad, a la vez que el sistema financiero y las Administraciones Públicas se sanean. El marketing no puede estar ajeno a este entorno y sólo fijarse en sus reducidos presupuestos. ¿Por qué?

Porque la economía se basa en múltiples variables no matemáticas, incluso dudosamente existe un modelo econométrico fiable. Hay valores como el optimismo y la confianza que pueden generar bruscos cambios en las reacciones de los mercados de consumo, y por ello en las previsiones de ventas de una empresa. Ejemplos como la oleada de optimismo generada por la victoria de la Eurocopa pueden llegar a influir en el comportamiento de una parte importante de la demanda.

Elementos que actualmente hay que tener en el cuadro de mando y decisión de un departamento de marketing son las tendencias y noticias económicas que se desprenden de numerosas fuentes de información. Datos como la mejora de la balanza tecnológica española en el primer trimestre del año, nos indican que las exportaciones y royalties en concepto de patentes es una realidad que rompe con el viejo concepto de que sólo importamos tecnología (aunque es cierto que seguimos importando más de lo que exportamos). Lo que indica que quizás desde marketing debamos rediseñar los negocios y apuntar a nuevos mercados y productos, y no sólo a nuevos canales de publicidad y métodos de promoción.

Las empresas hoy tienen que resolver sus problemas a corto plazo, pero sería muy peligroso no mirar a un medio y largo plazo, y eso significa invertir y seguir promoviendo una reinvención del modelo de producción y de distribución. Es un error seguir insistiendo en un mercado, agotado por los bajos índices de consumo, con un producto igual al que ya teníamos y con riesgo de entrar en una guerra de precios. Eso es una estrategia de corto plazo abocada al fracaso o a una prolongación de la agonía. Los sectores se pueden reinventar y encontrar oportunidades en otros mercados y/o en el mismo, pero con otros nuevos modelos de negocio. El principal problema es que la mayoría de las empresas sólo reaccionan cuando ya han entrado en pérdidas importantes, y eso es un freno para la inversión en planes de acción.

No nos engañemos, esta crisis no pasará y volveremos al estado anterior. De aquí saldrán nuevas reorganizaciones y modelos productivos y de consumo.

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