"Si hubiera preguntado a mis clientes qué es lo que necesitaban, me hubieran dicho que un caballo más rápido" Henry Ford
¿Qué queremos decir con esto? Es cierto que desde el punto de vista de marketing hay que preguntar a los clientes, a los prospectos, al mercado en general y detectar cuáles son sus necesidades… ayudarles a descubrirlas. Pero esto no ha de ser literal porque sólo así avanzaremos en mejoras de producto y canales de comunicación, pero no innovaremos. La I+D debe pedir a marketing la “esencia” de las demandas del mercado y construir un producto que las cubra, ya sea mejorando uno actual o creando uno nuevo.
¿Dónde está el equilibrio entre dar luz a una nueva idea o versionar uno existente mediante mejoras? Depende de la notoriedad de la marca y de la del producto, y de la vida útil que le hayamos calculado, así como del número de componentes externos que puede y tiene que utilizar. Según avanza la sociedad de consumo, la duración de sus productos es inversamente proporcional.
Una segunda fase del marketing es “hacer desear” las sucesivas modificaciones de las siguientes versiones del producto, que en marketing se ha de decidir si las cualidades del producto se van sacando en una primera versión o en varias poco a poco, además de nuevas mejoras que el propio mercado y/o la investigación vayan añadiendo.
Por lo tanto la máxima de que en marketing se debe de preguntar al consumidor para hacer un producto que se adapta a sus necesidades, se tiene que complementar con: y que genere negocio suficiente como para que el producto sea constante en el mercado con un ritmo creciente de ventas.
El consumismo se basa en hacer creer que podremos ser más felices obteniendo más productos y servicios que nos faciliten la vida, tiene su origen en el sistema capitalista, en el que el marketing es uno de los impulsores para su desarrollo. Por eso no tenemos que olvidar que primordialmente el objetivo es maximizar una cuenta de resultados.
¿Qué ocurre cuando sale a la luz un producto nuevo que es sustitutivo del existente? Esto es algo para lo que todos tenemos que estar preparados, por eso el proceso de I+D unido a un permanente contacto con las apreciaciones de los consumidores son las que darán ventaja a las empresas que innoven. De nuevo hay que hablar de flexibilidad y adaptabilidad a las situaciones cambiantes del mercado, las empresas y sus líneas de negocio son algo dinámico y vivo, que se puede quedar obsoleto si no tenemos elementos de control sobre el entorno.
Realmente Henry Ford sí preguntó a sus clientes, porque detectó una necesidad latente en ellos, lo que hizo fue buscar la forma de materializarla de forma asequible para ellos y rentable para él.
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